Una técnica del presente aplicada a soluciones del futuro
La genómica ambiental, también llamada metagenómica, proporciona una caracterización de las especies presentes y una definición de sus contribuciones metabólicas en los bioprocesos (interacciones entre especies diferentes) que ocurren en el hábitat.
La metagenómica permite, con un único análisis, caracterizar tanto la comunidad presente en la muestra y la proporción entre diferentes grupos taxonómicos, como identificar grupos bacterianos con características funcionales importantes para la comprensión de los procesos que ocurren en un hábitat.
Cubre una necesidad clara para distintos sectores: por un lado, la capacidad de caracterizar una comunidad microbiana de una única vez es idónea en sistemas donde un bioproceso catalizado por organismos está implicado en la transformación de materia prima en materia refinada útil. Se puede aplicar en las EDAR, donde se puede detectar patógenos con una única muestra, acorde a la legislación vigente; el sector de alimentación y bebidas, donde se pueden detectar microorganismos en los biorreactores; o los digestores industriales (detoxificación de compuestos, producción de energía en forma de biocombustible CH4). Asimismo, la Genómica Ambiental ha tenido un papel importante en los protocolos de vigilancia ambiental en la emergencia sanitaria provocada por el SARS-CoV-2 (Covid-19).